El tweed: de «La Maison» a las calles

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El tweed: de «La Maison» a las calles

El nombre de este tejido de lana viene de la palabra escocesa ‘tweel’, que significa ‘tela cruzada’. Originariamente se producía a mano en los hogares escoceses, pero su fama le llegó gracias a Coco Channel, la gran pionera de la moda, la mujer que liberó el cuerpo femenino de corsés y de aparatosos adornos y expresó las aspiraciones de libertad e igualdad de la mujer del siglo XX.

El tweed fue un éxito en su momento y no ha dejado de serlo nunca. Y, además, esta temporada viene asociado no sólo a La Maison y a otros grandes diseñadores, sino también a marcas asequibles. Algo que ha ocasionado que el tweed sea este otoño uno de los líderes del streetstyle.

Fruto de un romance

Cuenta Ana Muguerza en la revista “Karl Lagerfeld por Falabella” que el descubrimiento del tweed se debe en gran parte al romance de Gabrielle Chanel y el duque de Westminster. “Él era el hombre más rico de Inglaterra, pero esta circunstancia no se reflejaba en su manera de vestir, cómoda y sofisticada aunque nada ostentosa. Coco y Bendor -como se le conocía al duque- pasaban mucho tiempo al aire libre. Salían a cazar, a pasear en bote o jugaban al golf, y ella tomaba prestadas prendas deportivas de su amante: pantalones, chalecos de cachemira, medias altas y sus confortables chaquetas de tweed. Así la diseñadora descubrió las bondades de este tejido que decidió incorporar al vestuario femenino, y fue la primera en hacerlo”.

Para Mademoiselle Chanel las virtudes de este tejido estaban claras: a pesar de ser robusto, era flexible y esponjoso, y, por tanto, cómodo, lo más importante para ella. En 1924 Coco introdujo los primeros tweeds en su colección que mandaba hacer a una fábrica escocesa.
A finales de los años 20 el uso del tweed se amplió. Se empezó a utilizar en abrigos, trajes de día y ropa deportiva, y otros muchos modistos lo adoptaron. Coco fue, sin embargo, la precursora de esta moda y el tejido se convirtió rápidamente en sello distintivo de la casa Chanel.
A principios de los treinta, Gabrielle decidió trasladar la producción a Francia y contrató a tejedores de la región Nord-Pas-de-Calais, famosa por su dominio de las telas. Siempre innovadora, decidió mezclar lanas con fibras artificiales para conseguir tejidos más livianos y con cuerpo. Introdujo también hilos fantasiosos, con irregularidades que adoraba. Las variaciones que conseguía eran infinitas.

El éxito fue inmediato y perduró en el tiempo. El tweed se convirtió en los 50 en pieza clave del lenguaje de estilo de Chanel, acompañando la emancipación de la mujer. A principios de los 60, otro hito: Mademoiselle, que hasta entonces había reservado el tweed para la ropa de diario, lo introdujo en el vestuario de noche y lo combinó con lamé.
Lagerfeld le dio una vuelta de tuerca, reinterpretó su clasicismo y lo impregnó de modernidad. Temporada tras temporada ha presentado multitud de propuestas para este tejido: con lentejuelas, plumas, flecos, bordado con escarcha o piedras preciosas, y hasta rasgado. En ropa, pero también en carteras, zapatos, sombreros y bisutería.

¡Aprovecha la ocasión y no te quedes sin tu tweed! ¡Puedes encontrarlo en las tiendas del Centro Comercial El Tormes!

(ZARA)

(OKEYSI)

(Bershka / Stradivarius / Massimo Dutti)