DESDE CASA. Paola Navazo: «Lo que más echo de menos es abrazar a mi madre»
Paola Navazo es la encargada de la tienda Benetton Kids del Centro Comercial El Tormes. Aunque esta cuarentena la está pasando en casa, Paola no ha dejado de pasar por la tienda en momentos puntuales para mantenerla al día y tenerla preparada para cuando vuelva a abrir, que será pronto.
-¿Cómo estás viviendo estos días y a qué dedicas parte del tiempo en casa?
-Comencé la cuarentena con un ánimo bastante positivo pero luego he tenido días de bajón porque algún familiar y conocido lo ha pasado mal a cuenta de esta enfermedad y te sientes impotente de no poder estar a su lado, de no poder acompañar a la gente que quieres. Ha sido lo más feo de estos días. Por lo demás, he intentado ocupar mi cabeza y tener siempre algo que hacer. Me gusta mucho hacer puzzles -llevo ya dos de 1.000 piezas- y estoy intentando hacer un cubo de rubik de 8 lados que me está costando un montón. Además, estoy aprovechando para ver series que tenía pendientes y hacer unas cuantas vídeo llamadas, como las que hacemos todas las compañeras de Benetton. ¡Hasta he cenado con amigos por skype!
-Qué es lo que más echas de menos de nuestra vida de antes de…
-Lo que más echo de menos es abrazar a mi madre. Tengo unas ganas locas de poder hacerlo. También a mi abuela, a mi hermano, y a todos. Soy muy cariñosa y necesito que me achuchen. También tengo ganas de bajar a la Plaza y ver mucha gente, yo soy de barullos. Soy muy social, y aunque esta época me está viniendo bien para encontrarme conmigo misma otra vez, sigo necesitando contacto con la gente.
-¿Cómo crees que nos cambiará la vida si eres de las que piensas que cambiar algo…?
-Sí creo que va a cambiar, adoptaremos nuevos hábitos. Nos hará falta quitarnos el miedo de encima y hacer naturales cosas que no lo han sido hasta ahora, como utilizar las mascarillas, los guantes, mantener la distancia social… Lo más difícil será habituarnos a ello, pero imagino que todo es cuestión de tiempo y llegará un momento en que lo haremos sin darnos cuenta. Ojalá haya una vacuna pronto y podamos disfrutar de nuestra vida como antes, aunque algún poso quedará. Creo que lo sucedido es un tirón de orejas para aprender a hacer las cosas de otra manera y darnos de cuenta de que lo más importante es la salud, que no la valoramos lo suficiente en el día a día. Pienso que este frenazo nos va a venir muy bien a todos.