
Rocas de chocolate en «Titanic»
De los 89 premios que ganó la película «Titanic», hay uno que ha fascinado siempre a los amantes de la moda. El Óscar al mejor vestuario se lo llevó la diseñadora Deborah Lynn Scott. «Los vestidos de la joven enamorada a bordo del Titanic y del resto de la tripulación han pasado a la memoria colectiva», como decía el periódico ABC.
Hoy recordamos algunos de estos icónicos vestidos en Enamódate en este afán nuestro por relacionar moda y gastronomía. Dos de los vestidos que lucía la protagonista, Kate Winslet, nos han recordado las rocas de chocolate elaboradas por el maestro repostero José Ramón Martín Abad, colaborador de la Escuela de Hostelería de Santa Marta de Tormes, profesor del centro de FP Francisco Salinas y participante en muchos de los showcookings que se celebran en el Centro Comercial El Tormes.
La diseñadora del vestuario de «Titanic», Deborah Lynn, trabajó en el vestuario de «ET» con Spielberg. A continuación fue ascendida a diseñadora de vestuario en la aventura de Michael J. Fox, «Regreso al futuro», y de ahí al éxito. Scott ha permanecido versátil a lo largo de su carrera: «Realmente me gusta hacer todo tipo de períodos», pero tiene una debilidad y son los filmes de ambientados en el pasado. «Me dan una increíble oportunidad para profundizar en la historia, que es una experiencia educativa real», señalaba a ABC.
«Por eso, viajar hasta la moda de clase alta de 1912 debió ser un auténtico sueño. Aunque no dejó de prestar atención al vestuario de los pasajeros de tercera clase, los uniformes de la tripulación, etc. Pero si algo vamos a recordar para siempre son los vestidos que Kate Winslet lucía a bordo del Titanic. Los zapatos, bolsos y sombreros fueron creados por J. Peterman. Encorsetadas hasta el extremo, las mujeres de la época marcaban sus cinturas en vestidos y abrigos. Los vestidos de noche eran fieles a la pedrería y al encaje, y en cuanto a colores, predominaban los pasteles». (Fuente: Vestuario del Titanic).
Estos especiales bombones de chocolate nos han servido para recordar la moda de «Titanic» y de paso la historia de amor entre Jack y Rose que prometía ser muy dulce, tanto como nuestro chocolate… Mientras, el gigantesco y lujoso transatlántico se aproximaba hacia otra roca, esta de hielo, un inmenso iceberg.